«Los que pueden actúan, y los que no pueden, y sufren por ello, escriben.”
-William Faulkner-
Cualquiera que en su infancia o adolescencia haya tenido un diario, sabe de lo que estamos hablando. El diario era el refugio, el desahogo, el sitio en el que volcábamos nuestros miedos, frustraciones, deseos y fracasos. Sentíamos que no podíamos cambiar la realidad y sufríamos muchísimo por ello y esa era la motivación para escribir. Quién lo haya hecho sabe que traía algo de alivio a las emociones que sentíamos. Las cosas seguían iguales, no es que nuestro diario tuviera el poder de cambiar la realidad, pero después de escribir nos sentíamos de una forma diferente. Todavía hoy ojeo el diario que escribía con mis 16 años y siento mucho cariño hacia aquella persona que, al no disponer de otras estrategias para manejar sus frustraciones, elegía la escritura como forma de desahogo y ayuda, sin saber siquiera que en realidad estaba usando una estrategia válida y muy recomendada en diferentes tipos de terapia hoy en día.
En este blog vamos a descubrir los beneficios de la escritura terapéutica y la forma en que puede ayudarnos a conocernos más, a escucharnos, a atender nuestras necesidades, a prestarnos atención y a gestionar nuestras emociones de una forma más adaptativa.
La escritura terapéutica es en sí misma una técnica que nos puede ayudar en la gestión de las emociones. Es tan sencillo como coger un papel, un boli y dejarse llevar. Lo que escribimos es para nosotros mismos, nadie tiene por qué leerlo, por lo tanto ni siquiera tenemos que preocuparnos de que quede bonito y correcto, se trata simplemente de dejar salir lo que llevamos dentro.
Nuestro «diario» puede tener formatos diferentes.
Podemos escribir un diario emocional como forma de sacar la emoción, sentirla, analizar para qué está ahí y qué función tiene. En este caso podemos servirnos de la rueda de las emociones que abarca todas las emociones posibles y no solamente las básicas (alegría, tristeza, enfado, sorpresa, miedo y asco) y de esta forma ir ampliando nuestro conocimiento emocional y descubriendo emociones más específicas y más profundas que mejor describan el momento por el que estamos pasando.
Otra forma de escribir es un diario de gratitud en el que nos centramos en enumerar diferentes cosas positivas de nuestro día a día y damos las gracias por el simple hecho de poder disfrutarlas. La gratitud nos ayuda a relativizar, nos predispone a una mirada más positiva y nos lleva a vivir la vida desde la abundancia (todo lo que tengo) y no desde la carencia (todo lo que no tengo).
Otras formas de escritura terapéutica pueden incluir escribir una carta a una persona en la que trabajes algún tema en concreto que te lleva a malestar y sufrimiento. Puedes escribir una carta a una persona que en el pasado te hizo daño y a la cual guardas rencor en el momento presente. Este tipo de escritura te ayudará a soltar todas estas emociones desagradables que guardas en tu interior y poder seguir tu vida con más paz y compasión, tal vez entender el motivo por el cual la otra persona actuó como actuó y aunque decidas no volver a tener contacto con ella poder sanar el recuerdo de la relación que tuvisteis y aprender, aprender de las experiencias que te toca vivir. ¿Le puedo mandar esta carta a la persona a la que va dirigida? No hay ninguna necesidad, la carta es para ti, es para sanar tu interior, es para aceptar las emociones que sientes relacionadas con el hecho y hacer las paces con la persona, pero muchas veces las paces son solamente para poder seguir tu camino libre de emociones desagradables, no para restablecer el contacto. Este tipo de carta, también la puedes escribir para ti mismo para que te ayude a trabajar las emociones como la culpa, el miedo, la tristeza, etc. Te diriges a ti mismo para perdonarte cosas del pasado, para permitirte equivocarte y no seguir arrastrando con la culpa, para entender tus miedos y buscar la forma de enfrentarlos. Hay tantas formas de hacerlo…
Así que, si te resuena, si crees que te puede ser útil, deja volar lo que tienes dentro y anímate a buscar este espacio contigo mismo. Y si necesitas ayuda, no dudes en consultarlo con nosotros.