Trastornos de ansiedad
“En el momento que dejas de pensar en lo que puede pasar, empiezas a disfrutar de lo que está pasando”
¿Cómo actúa la ansiedad?
La ansiedad, como cualquier otra emoción, es una respuesta normal del organismo a ciertas demandas del medio. Todos sentimos ansiedad en algún momento de nuestra vida. La ansiedad tiene su función, nos informa de algo, nos motiva a actuar de cierta forma, incluso en alguna ocasión nos protege de los peligros. Entonces, ¿cuál es el problema? ¿Cuándo eso que siento se convierte en un obstáculo en lugar de en una ayuda?
Cuando el miedo y la preocupación que siento son excesivamente intensos, se disparan ante estímulos que objetivamente no peligran mi supervivencia, interfieren en el desarrollo de mis actividades diarias y me producen mucho malestar, podríamos hablar de un trastorno de ansiedad. Con frecuencia, en los trastornos de ansiedad se dan episodios repetidos de un miedo intenso que se pueden alcanzar en cuestión de pocos minutos llamados ataques de pánico. Estos episodios se perpetúan por si mismos, ya que la persona desarrolla una respuesta llamada miedo al miedo en la que teme que estos episodios vuelvan a ocurrir, aumentando de esta manera la posibilidad de que realmente ocurran.
Síntomas más frecuentes de la ansiedad
- Sensación de nerviosismo, agitación o tensión
- Sensación de peligro inminente o pánico
- Aumento del ritmo cardíaco
- Sensación de falta de aire y presión en el pecho
- Respiración acelerada (hiperventilación)
- Sudoración y temblores
- Sensación de cansancio o debilidad
- Problemas con el sueño
- Problemas para concentrarse
- Problemas gastrointestinales
- Dificultades para controlar las preocupaciones
- Evitar situaciones que generan ansiedad
Tratamiento de la ansiedad
Existen diferentes tipos de trastornos de ansiedad y el tratamiento dependerá del tipo de trastorno del que se trate. La terapia siempre empezará por una adecuada psicoeducación que no es otra cosa que proporcionarle a la persona una información verídica y objetiva sobre lo que le está ocurriendo, para que, desde ahí, pueda empezar a integrarlo.
Buscaremos las causas y el origen del malestar, entenderemos cómo los propios pensamientos que tiene la persona aumentan el miedo y la preocupación, influyendo directamente en la conducta que va a desarrollar la persona. Explicaremos la relación entre los pensamientos, los sentimientos y la conducta y como los tres se retroalimentan creando una especie de círculo vicioso del que a veces es tan difícil salir.
Trabajaremos con técnicas cognitivo conductuales, con la reestructuración de lo pensamientos, con técnicas de regulación emocional, con mindfulness, adaptando en todo momento las técnicas a las necesidades individuales de la persona.